domingo, 28 de abril de 2013

Juventud, divino tesoro



Juventud, divino tesoro

Por: Cristiana Guevara-Mena


Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
 -Rubén Darío.

Rubén Darío (1867-1916), conocido como el “Príncipe de las letras castellanas” y “Padre del Modernismo”, compuso este poema en su obra Cantos de Vida y Esperanza (1905). El poema Canción de otoño en primavera es una de sus composiciones más conocidas a nivel mundial. Es una añoranza a ese período de la vida en el que todo parece ser positivo, por eso se pronuncia con un tono nostálgico. Para muchas personas, la juventud supone ser la mejor época de la existencia para todos los seres humanos.

Desde la época de la última guerra en Nicaragua, nuestra juventud nicaragüense idealista y soñadora, ha participado a pecho descubierto en la lucha en armas contra la dictadura somocista. Llenos de romanticismo revolucionario apropiado a la propaganda política, cayeron bajo las balas mirando hacia un futuro promisorio de libertad, progreso y desarrollo que todavía no llega. Desde entonces, ha sido una juventud maltratada físicamente, frustrada y traicionada por promesas incumplidas de una Nicaragua nueva, y sólo se han logrado instaurar diferentes dictaduras una tras otra desde esa fecha.

Hoy, esos mismos jóvenes sandinistas soñadores, hombres y mujeres, soldados, intelectuales, músicos y poetas, a causa de hechos plagados de engaño y traición, se lamen las heridas de sus ideales libertarios y nacionalistas estafados. ¿Qué es lo que ha pasado? Lamentablemente, las pandillas armadas, codiciosas de dinero y poder sólo se han enraizado en las instituciones del Estado. Como resultado, han quedado miles de jóvenes muertos, mutilados, traumatizados y huérfanos que aún tienen además como llaga mental un gran resentimiento. Hasta hoy es una tarea pendiente y una responsabilidad más grande que nunca.

Hoy en día, a partir de esa amarga experiencia que se transmite de padres a hijos, la indiferencia y el egoísmo han pasado a ser un sello distintivo de gran parte de los adolescentes y jóvenes. La energía que posee la juventud no es empleada para exigir, impulsar y acompañar los cambios que nuestro país requiera, sino que reinan en sus cabezas la ebriedad del derroche, las parrandas, y las frivolidades del entretenimiento mediático.Lamentablemente, la apatía y pereza juvenil concuerda con la ausencia de esperanza que vive la sociedad, cada individuo por el peso de la realidad se siente derrotado sin luchar y sin saber cómo hacerlo, aceptando que su sola voluntad en nada va a contribuir para un cambio positivo en la realidad.

Es una verdad que los jóvenes somos la mayoría en toda la nación, por eso debemos entender, que ser joven significa usar ese espacio de tiempo para el beneficio de todos. Sepamos que es parte de la estrategia de los diferentes gobiernos hasta hoy mantenernos ignorantes, inertes, sin ánimo de competir y mediocres para que no podamos superar nunca esta etapa nuevamente oscura de la historia. Es cierto que por justificado temor no es fácil decir ni hacer muchas cosas en Nicaragua, lo más fácil es callar y acostumbrarnos a la mediocridad. Por eso, necesitamos tomar la historia en nuestras manos y no dejar que piensen por nosotros. Esto se logra esforzándonos por nuestra educación, la información y la cultura para poder generar cambios positivos para el futuro de nuestro país.

Joven ciudadano lector, es importante que al igual lo dice el Evangelio, no enterremos nuestros talentos y nos eduquemos lo más que podamos para que nadie nunca más nos pueda estafar. Lo importante es que no aceptemos los atropellos y la corrupción como parte de la normalidad en nuestra forma de vida y que nos interesamos por hacer un cambio, aunque sea poco o el más pequeño. Somos los jóvenes la mayoría poblacional del momento, y tenemos que sacarle ventaja. Como dice Rubén Darío, la juventud se va para no volver, por lo tanto no lo seremos por mucho tiempo. Si todos decidimos ir en una misma dirección es seguro que los cambios positivos en nuestra amada Nicaragua serán beneficiosos para todos y una realidad. No nos dejemos dominar por el miedo, somos libres y seremos lo que queremos ser. Estamos en un momento difícil, pero también en un momento de esperanza. Como dice el Papa Francisco: “Es necesario jugarse la juventud por grandes ideales. ¡Pregunta a Jesús qué cosa quiere de ti y sé valiente!” 

2 comentarios:

  1. Me gusto este artículo, es increíble que la juventud Nicaraguense esta adormecida, contrario a otros países en donde la juventud cada vez más está engrosando los movimientos de indignados

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    1. Eso que decís es una gran realidad, la juventud necesita despertarse. Muchas gracias por tu comentario.

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