martes, 25 de diciembre de 2012

¿Empleo o Dignidad?

http://www.laprensa.com.ni/2013/01/02/voces/129139--o-dignidad

¿Empleo o Dignidad?

Por: Cristiana Guevara-Mena

El problema de nuestro desempleo en el pueblo nicaragüense ha llegado al punto que pesa más el instinto de sobrevivencia que la dignidad humana. Vivimos en una época que es mucho más importante sobrevivir, ganar algo, a no tener nada y sufrir de pobreza. En estos tiempos, escoger el trabajo a desempeñar es un lujo. Como los empleos son tan escasos, la persona debe trabajar en  lo que encuentre, si es que lo encuentra, y hacer lo mejor posible sin importar: Si está bien o mal pagado; si implica poner su salud mental y física en juego; o sacrificar el tiempo con su familia para poder ganar una miseria, porque peor es no ganar del todo. ¿Hasta qué punto hemos llegado? ¿Dónde quedó el valor de la vida humana? ¿Tiene esta crisis solución o está enraizado tan profundamente que estamos destinados a vivir así por un largo tiempo?
 
La juventud a pesar de ser la mayoría poblacional, no cuenta con la experiencia suficiente por la misma razón de ser jóvenes, y como consecuencia no son contratados a no ser que los empleen por y a cambio de favores. Cuando se contrata personal, en las empresas privadas y públicas, por lo general se hace como un vicio social a través de amiguismos, compadrazgos y similares, y no por méritos ni competitividad, hace que dichas instituciones no funcionen como deberían y caigan por su propio peso en inutilidad. Esto retrasa más el progreso económico de la nación y sobre todo, al fracasar la empresa produce un aumento del desempleo.

Las empresas no cuentan con los incentivos suficientes como para contratar a jóvenes, aún si tienen título universitario. La gran mayoría de la juventud entre los 16 y los 35 años está desocupada. Muchos que tienen la suerte de estar empleados, tienen un empleo que: o no les paga del todo bien; o no les da oportunidad para crecer dentro de la institución o empresa; o están trabajando en algo sin formación anterior ya que dentro de su ramo de preparación no hay empleo para lo que estudiaron. Son muy pocos los que trabajan en lo que les gusta y ganan bien al respecto.

Actualmente existen miles de jóvenes desempleados a lo largo del territorio nacional, y cuando por casualidad algunos llegan a encontrar, trabajan en algo más bajo de lo que están capacitados y por ende les pagan muy poco. Esto es consecuencia de la necesidad que los obliga a alquilar sus músculos o sus cerebros por el sueldo miserable que les ofrecen. A los jóvenes dignos que no aceptan pagar ese precio, tienen que soportar estar desempleados por mucho tiempo lo que les produce una creciente angustia económica y sicológica. 

Lamentablemente, son muchos los que se resignan a aceptar la mezquina limosna para no morir de hambre, porque si no aceptan, se ven obligados a cometer actos delictivos que los conducirá al delito social. El país se está llenando de juventud delincuente involuntaria, que atenta contra la seguridad de todos los nicaragüenses en una peligrosidad cada día más frecuente. 

Esta situación difícil y dolorosa, genera el crecimiento de la delincuencia a nivel nacional y de los vendedores ambulantes en condiciones paupérrimas. La humillación humana al dejarse explotar por unos cuantos centavos, conduce al estancamiento y desmotivación en los lugares de trabajo, y sobre todo, la voluntad de emigrar como limosneros de trabajo hacia otro país. Esto alimenta la gran desestabilidad económica en el país que hace que la nación no avance utilizando sus propios recursos humanos y se mantenga el control de unos pocos con el poder y la riqueza. 

A pesar de toda esta desgracia social y económica, existe una solución para los jóvenes capacitados. Esto consiste en crear con imaginación y solidaridad aún con pocos recursos sus propios negocios con características originales y audaces de acuerdo al resultado de su análisis y trabajo diario sobre cómo salir de la pobreza en lo que mejor saben hacer. Así no solamente producirán para subsistir en una microempresa, sino también mejorar la calidad de vida de los jóvenes. 

Asimismo, este accionar de iniciativa individual con carácter empresarial, inevitablemente creará nuevos empleos de acuerdo a la realidad social y económica que vivimos. Al crear así los jóvenes su propio negocio, se volverán ciudadanos productivos independientes de cualquiera, sean empresas públicas o privadas que den limosna interesada y humillante para comer, o que los exploten sin piedad ni misericordia para engordar sus propias cuentas bancarias y continuar en el festín, derroche y desenfreno de los que tienen el dinero y el poder. De esa forma, serán todos los jóvenes nicaragüenses la solución social y económica que poco a poco sacaría del hoyo negro en la que se encuentra nuestra querida Nicaragua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario