jueves, 30 de agosto de 2012

El precio de la corrupción

http://www.laprensa.com.ni/2012/08/30/voces/114353-precio-corrupcion


El precio de la corrupción

Por: Cristiana Guevara-Mena


La corrupción es una enfermedad social que desde hace muchos años desgasta a Nicaragua. Por lo tanto, es de suponer que el pueblo está harto de tanta corrupción generalizada. Líderes de derecha o de izquierda que han estado de turno en el poder no han hecho más que enriquecerse, olvidarse del pueblo y las promesas hechas en período de elecciones. Esto provoca la destrucción del país al punto que es difícil creer que Nicaragua resurja de las cenizas.

De lo que no nos hemos percibido por estar ocupados es que toda esta corrupción tiene su precio. Esta parte irónicamente buena pero peligrosa de la corrupción genera un estado de resentimiento profundo y enojo del pueblo causado por su miseria, estrangulamiento económico y las continuas promesas sin cumplir de los gobiernos. A tal punto que habrá un momento en el que este sentimiento sea inaguantable y se revelará contra todo lo hecho y contra todos los culpables.

Ha existido una complicidad del Gobierno con sectores de la empresa privada, que sin considerar la responsabilidad social que tienen, han demostrado importarles más el engorde de sus cuentas bancarias que el beneficio de la nación de donde procede su dinero. Han apostado a favor de un gobierno que les beneficie por encima de los derechos ciudadanos y las necesidades de las grandes mayorías.

Un ejemplo evidente: en Nicaragua se importa el combustible a precio privilegiado, como nos lo despacha Venezuela, y se vende a los ciudadanos a precio de mercado internacional. Este se derrocha con árboles de Navidad encendidos todos los días del año. Mientras tanto, los ciudadanos reciben facturas alteradas por un pésimo servicio y, por si esto fuera poco, son amenazados de llevarlos a prisión por violación a la ley. Como consecuencia, esto obliga al más pobre del pueblo poner en riesgo su vida al conectarse ilegalmente a los cables de alta tensión que atraviesan las enormes y paupérrimas extensiones de los barrios que rodean la capital. Aún así, al Gobierno ni al gran capital le interesa remplazar el petróleo importado que causa tanto daño, por los ricos recursos naturales nacionales que puede ofrecer la energía solar, de los vientos, del agua y de los volcanes.

Recordemos también la quiebra de los bancos causada por los millones de dólares mal administrados por políticos y empresarios corruptos que se aprovecharon del poder para dejar al pueblo con una deuda interna ofensivamente impagable. Al no haber justicia que tenga nada que decir, los responsables continúan felizmente en la calle con corbata, y ese dinero ha sido remplazado con fondos del pueblo. Al efecto, existen documentos de deuda interna en manos de acreedores extranjeros, que en cualquier momento podrán exigir el pago por el dinero desaparecido.

Estos hechos, producto de la desenfrenada carrera por el poder y el dinero de los responsables, conllevan a una bomba de tiempo social pronto a estallar que no dejará en pie a ninguno de los culpables, y traerá más avance de pobreza. Por otro lado, lo positivo de esto es que dará lugar a nuevos liderazgos jóvenes con la educación suficiente para conducir a Nicaragua hacia un nuevo horizonte de progreso. Es ahí donde la juventud política de cualquier color, con responsabilidad ciudadana y conocimiento de su realidad generen nuevos cambios, ya que está llamada a remplazar a las anteriores generaciones de clase dirigente donde han sido evidentemente incapaces hasta el momento de producir resultados beneficiosos para la nación.

jueves, 2 de agosto de 2012

Nicaragua's next generation: Leaders or serviles?



Nicaragua's next generation: Leaders or serviles?

By: Cristiana Guevara-Mena

There is something that we, the Nicaraguan youth of all political persuasions, have not understood, or that is not very clear to us. According to the Old School, taught to us by our predecessors, it’s necessary to be loyal and unconditional to a so-called leader or party, even having to stoop to a level of undignified submission in order to climb within the structures of the party and to achieve a relevant position in the institutions of the country. However, how feasible is this form to create leadership? Are our ancestors creating thinking leaders, or just robotic and servile entities, faithful to the will of their superiors?

We have inherited this vice from the current political participants in our country, many of whom have held office for more than fifteen years and confuse political leadership and party discipline with servility and submission. As a consequence, we understand these bad customs as our only reference for behavior; this disorients our actions and decision-making.

Let it be understood that the goal of party discipline is to achieve standards of behavior according to the political objectives and tendencies of the party, for the benefit of its members and of the nation. On the other hand, we understand that political leadership means recognizing in one person the qualities and special talents needed to guide for the benefit of the nation. It’s not an inheritable asset, nor a personal company, but a responsibility of public service.

In order to be a real political leader, one must have a clear notion of these concepts, and not confuse them with canine loyalty. This implies having enough knowledge, conviction, and courage to take risks, defend one’s own ideas, and work with others as a team to accomplish an objective.

It’s because of this that we, the young party members of the right and left, have been used as cannon fodder, as packs of hounds trained to attack; we are sent to protest in sit-ins, to act as delinquent mobs, to pray at the roundabouts, to saturate plazas, and to fill in the spaces of a television commercial. The worst part is that, lacking our own criteria, we are easily handled to vote in favor of or against a candidate in election season.

It’s essential that we the young people get educated by our own means in subjects that develop our criteria, so that we arrive at our own conclusions. With this, we will be able to make our own decisions, and take our own actions, with the creativity and imagination that will really make a difference. It’s necessary to fill ourselves with all sorts of information and develop a study habit. We must understand that knowledge is our best ally and that it feeds our individuality as human beings, not to mention enriches us as political subjects.

With an invasive, gangster government like the current one, it’s necessary to perform in a new, agile, and imaginative manner, to avoid repeating the mistakes of our political forefathers, because repeating those mistakes will get us nowhere. We must wake up our minds in order to be leaders and to think for ourselves: It’s the only way to provide evidence of the miserable morals and internal corruption of authority, so that we can challenge the authority from the inside with real and serious arguments. Let’s not look ridiculous to the media by doing sit-ins without continuity, by doing marches that accomplish nothing other than obstructing traffic, or by forming mobs that are nothing more than delinquents let loose. Leadership is in our capacity for taking different, rational and timely decisions.

Our current reality of political parties presents us with old and opportunistic men at the top who will never give us space, and to think that they will give us space because we are the next generation is dreamy and naïve. Therefore, we must represent something different, hit the table, impose ourselves with irrefutable ideas, and protest against the current system. Let’s not allow the mediocre, archaic and traditional behaviors to overwhelm our personalities if we become new politicians. The ideal way of thinking for us is to educate ourselves to develop criteria and character. It’s the only way to generate positive and substantial changes in politics, and above all, in our lives. There is no other way.

http://www.nicaraguadispatch.com/news/2012/08/nicaraguas-next-generation-leaders-or-sycophants/4879

sábado, 28 de julio de 2012

El relevo generacional: ¿liderazgo o servilismo?

http://www.laprensa.com.ni/2012/11/26/voces/125148-liderazgo-o-servilismo



Relevo generacional: ¿liderazgo o servilismo?

Por: Cristiana Guevara-Mena

Hay algo que los jóvenes de todas las corrientes políticas de Nicaragua no hemos entendido o no tenemos muy claro. De acuerdo a la vieja escuela, nuestros antecesores nos han enseñado que es preciso ser leal e incondicional hacia un caudillo o partido, llegando, incluso, hasta la sumisión indigna para poder escalar dentro de las estructuras del partido y alcanzar un puesto relevante en las instituciones del país. Sin embargo, ¿qué tan factible es esta forma de crear liderazgo?, ¿están nuestros antecesores formando líderes pensantes o solo entes autómatas y serviles, fieles a la voluntad de sus mayores?

Hemos heredado una conducta viciada de los actuales participantes en la política, que de por sí hay muchos que llevan más de quince años en el poder, que confunden el liderazgo político y la disciplina partidaria con servilismo y sumisión. Como consecuencia entendemos estas malas costumbres como única referencia de comportamiento que nos desorientan a la hora de actuar y tomar decisiones.

Entiéndase como disciplina partidaria el trabajo interno del partido con el cual se pretende lograr conductas acordes que tiendan a conseguir los objetivos políticos partidarios en beneficio de sus afiliados y de la nación. Por otro lado, conocemos que el liderazgo político significa el reconocer en una persona sus cualidades y talentos especiales, para guiar en determinada momento político los intereses del grupo partidario en beneficio del país. No es un bien hereditario ni una empresa, sino una responsabilidad de servicio público.

De manera que para ser un verdadero líder político, se debe de tener una noción clara sobre estos conceptos para no confundirlos con la incondicionalidad canina. Esto implica tener el suficiente conocimiento, la convicción y el valor para tomar riesgos, defender sus propias ideas y trabajar en equipo en función de un objetivo.

Es por esto que los jóvenes partidarios de izquierda o derecha, hemos sido utilizados como carne de cañón, jauría entrenados al ataque, y somos enviados a hacer plantones, a actuar como turbas delincuentes, rezar en las rotondas, saturar plazas, y llenar el espacio para un spot publicitario. Lo peor de todo es que a falta de criterio propio, somos fácilmente manipulables para votar a favor o en contra de un candidato en temporada de elecciones.

Es fundamental que los jóvenes nos eduquemos por nuestra propia cuenta, en temas que desarrollen nuestro criterio, de manera que lleguemos a nuestras propias conclusiones. Con esto podremos tomar decisiones y acciones con creatividad e imaginación que realmente hagan la diferencia. Es necesario llenarse de información de todo tipo y desarrollar un hábito de estudio. Comprendamos que el conocimiento es nuestro mejor aliado ya que alimenta nuestra individualidad como seres humanos, a la vez que nos enriquece como sujetos políticos.

Con un gobierno mafioso e invasivo como el actual, es preciso desenvolverse de una forma nueva, ágil e imaginativa, ya que repitiendo los viejos errores de nuestros padres políticos no llegaremos a ninguna parte. Debemos despertar nuestras mentes para ser líderes y pensar por nosotros mismos, sólo así pondremos en evidencia las miserias morales y corrupciones internas para desafiar la autoridad desde adentro con argumentos serios y reales. No busquemos aparecer en los medios de comunicación haciendo el ridículo en las calles con plantones sin continuidad, marchas que no hacen más que obstruir el tráfico, ni con turbas que no son otra cosa que delincuentes desatados. El liderazgo está en nuestra capacidad de tomar decisiones diferentes, racionales y oportunas.

Nuestra realidad actual de partidos políticos nos presenta en su cúpula a ancianos oportunistas que no nos darán espacio, y es ingenuo y soñador suponer que lo harán porque somos el relevo generacional. Por lo tanto debemos representar algo distinto, golpear la mesa e imponernos con ideas irrefutables y protestar contra el sistema actual. No dejemos que los comportamientos tradicionales arcaicos y mediocres abrumen nuestra personalidad como nuevos políticos. La forma idónea de pensar por nosotros mismos es educándonos para desarrollar criterio y carácter. Es la única manera de generar cambios positivos y sustanciales en la política y, sobre todo, en nuestras vidas. No hay otra manera.

domingo, 22 de julio de 2012

Poverty as a political strategy

http://www.nicaraguadispatch.com/news/2012/07/nicaraguans-need-to-know-their-rights-to-defend-them/4636

Poverty as a political strategy

By: Cristiana Guevara-Mena

In these municipal elections, and in any future elections, it is important to point out that the common Nicaraguan is not interested in voting; its the last thing on his or her mind. The right to exercise the vote is not an everyday worry of most Nicaraguans, since what occupies the Nicaraguan mind is daily survival. The majority of our people, according to the statistical studies of the UNPD, are unemployed or underemployed.

The poorest citizen, according to these statistics, is surviving on less than one dollar a day. The great majority of nationals that live with this type of offensive and inhumane budget have to maintain a family of at least four or more people. Naturally, with this amount of money, its not possible to have a dignified household, decent wardrobe, or food three times a day, not to mention elementary needs such as access to education and good health care.

If we analyze the power strategy of the government, well realize that this situation of hunger and unemployment is created in an evil and intentional manner in order to avoid at all costs the birth of new leadership that would create a counterweight to the government. This strategy has as an objective: The continuance of power for the administration, in turn, based on popular poverty. As part of these consequences, we have the evident mediocrity of our primary, secondary, and higher education throughout the country.

This type of unhealthy and perverted government makes a lot of sense for the administration, in turn, for it is the people with a good share of free time and relative economic stability that have the space to analyze the countrys political situation for the purpose of creating ideas and protesting.

We must understand that the main secret of a totalitarian government, whether left or right, consists in weakening the public spirit to the point of having it lose complete interest in the ideas and principles that have made, and can make, revolutions. This spirit results in the weakening and stultification of society, reducing its interest in education and culture, and trading its interest in those things for interest in spectacles, vices, and mass media.

In Nicaragua, its not needed to burn entire libraries, as they did in Argentina; because of the lack of sufficient interest in reading and knowledge, it becomes unnecessary to go to such lengths. This strengthens the vicious circle of the entry of one dictator, and the exit of another.

The lack of interest in the accumulation and diffusion of knowledge makes us, as a people, easy to manipulate, because we dont know anything other than what they give us or what were told. Therefore, the peoples consciences and wills become easily manageable with any royalty or giveaway, because were not used to questioning the “why” of things.

As Nicaraguans, were a people that demands democracy when we dont even worry about what it consists of, let alone what its for. We strongly require the compliance of our rights when we dont even bother knowing them, or even knowing what they consist of. We must understand that this indifference towards knowledge weakens our character as a people and subtracts independence of thought.

In that same way, since were not interested in knowing what our rights as human beings are, or why we have them, or what theyre for, were not interested in voting as a constitutional right, because in the end, what the great majority of Nicaraguans think is: “Since the government doesnt feed me, then, why should I vote?”

With this mentality, we think that if the president in turn builds a school for us, or paves a street by our house, that we should be thankful (because the Nicaraguan is thankful), and we dont think that its their duty, and that’s the reason why we pay taxes.

Its because of this reality that I dare to state that Nicaragua, at this pace, will never prosper, youth will never be the future, and the salvation of this people will slip further away each time, because we are part of an indifferent generation that becomes more stupefied every day. The youth prefers to give in to the triviality of empty entertainment, rather than read a book.

At this rate, we can verify that, as a people, were sinking everyday into a hole which we’ll never be able to get out of, unless we wake up. Its not possible to think of the right to vote as a human right when we dont even have a decent quality of life. Its expected that, because of the fact that Nicaraguans are nothing more than a brain-drowsy people, that its not possible to give a different opinion if our educational and cultural system is deficient. Besides, we apparently have purchasable consciences which can be purchased with any prebend, for there is no other form of survival. At this rate, this country sentenced to never prosper and to never know any better, because we are inheriting this vicious circle from generation to generation.

jueves, 19 de julio de 2012

La pobreza como estrategia política

http://www.laprensa.com.ni/2012/12/27/voces/128668-pobreza-estrategia-politica


                                                        La pobreza como estrategia política

                                                             Por: Cristiana Guevara-Mena.

En estas elecciones municipales, y para cualquier otro tipo de elecciones futuras, por lo sucedido el año pasado y en las elecciones antepasadas, es importante resaltar que el nicaragüense común no está interesado en votar y es en lo último que piensa. El derecho a ejercer el voto no está en las preocupaciones de lucha diaria de los nicaragüenses, dado que lo que ocupa el pensamiento del nicaragüense es el sobrevivir día a día. La mayoría de nuestro pueblo, según los estudios estadísticos del PNUD, está desempleada o subempleada.

El ciudadano más pobre, según dichas estadísticas, está sobreviviendo con menos de un dólar al día. La gran mayoría de los nacionales que viven con este tipo de presupuesto ofensivamente inhumano, tienen que mantener a una familia de al menos cuatro personas más. Naturalmente, con este tipo de fondo, no es posible tener una vivienda digna, vestimenta decente, alimento tres veces al día, sin mencionar lo elemental como el acceso a la educación, y a un buen servicio de salud.

Si analizamos la estrategia de poder del gobierno, nos damos cuenta que ésta situación de hambre y desempleo es creada perversa e intencionalmente, a fin de evitar a toda costa el nacimiento de nuevos liderazgos, en el seno de organizaciones civiles para hacerle contrapeso al gobierno. Esta estrategia tiene como objetivo la permanencia en el poder de parte de la administración de turno a base de la pobreza popular. Como parte de esas consecuencias, tenemos la notoria mediocridad en la educación primaria, secundaria, y superior a lo largo y ancho del país.

Este tipo malsano y pervertido de gobierno, tiene mucho sentido para la administración de turno, puesto que son las personas con mucho tiempo libre, relativamente estables económicamente, que tienen el tiempo para analizar la situación política del país con el fin de crear ideas y actos de protesta.

Tenemos que entender que el secreto principal de un gobierno totalitario de izquierda o derecha, consiste en debilitar el espíritu público, hasta el punto de desinteresarlo por completo de las ideas y los principios con los que hasta hoy se hacían las revoluciones. Este espíritu se debilita fácilmente con la domesticación por medio del embrutecimiento de la sociedad, reduciendo el interés por la educación y cultura cambiándola por el espectáculo, el vicio, y el mass media.

En Nicaragua, no es preciso quemar bibliotecas enteras como lo hicieron en la Argentina, porque al no existir el interés suficiente en la lectura y el conocimiento, se vuelve innecesario tomarse ese tipo de molestias. Esto fortalece el círculo vicioso de la entrada de un dictador y la salida de otro.

La falta de interés por la acumulación y difusión del conocimiento nos hace un pueblo fácilmente manipulable porque no sabemos nada más que lo que nos dan o lo que nos dicen. Por lo tanto, las conciencias y las voluntades de las personas se vuelven fácilmente manejables con cualquier regalía o piñata puesto que no estamos acostumbrados a cuestionar el porqué de las cosas.

En Nicaragua, somos un pueblo que exige democracia cuando ni siquiera nos preocupamos por saber en qué consiste la democracia ni para qué sirve. Exigimos el cumplimiento de nuestros derechos cuando ni nos molestamos por conocerlos ni saber en qué consisten. Comprendamos que la indiferencia hacia el conocimiento nos debilita el carácter como pueblo y nos resta independencia de pensamiento.

De esa misma forma, como no nos interesa saber cuáles son nuestros derechos como seres humanos, ni por qué los tenemos, ni para qué son, no nos interesará nunca votar como derecho constitucional, porque al final lo que la gran mayoría de los nicaragüenses piensan es que “como el gobierno no me da de comer, entonces ¿para qué votar?”

Con esa mentalidad, pensamos que si el presidente de turno nos pone una escuela o pavimente una calle por nuestra casa, creemos que hay que estar agradecido (porque el nicaragüense es agradecido), y no pensamos que esa es su obligación y que para eso pagamos impuestos.

Es por esto que con esta realidad, me atrevo a decir que Nicaragua si sigue así, nunca prosperará, la juventud no será nunca el futuro y la salvación de este pueblo se alarga cada vez más, porque forma parte de una generación indiferente y cada día más embrutecida. La juventud prefiere entregarse a las frivolidades del entretenimiento vacío que leer un libro.

A este paso, podemos verificar, que como pueblo nos estamos hundiendo cada día más en un hoyo del cual, sin despertar, jamás podremos salir. No es posible pensar en el derecho al voto como derecho humano si ni siquiera contamos con una calidad de vida decente. Se pretende el hecho que Nicaragua no es más que una población con el cerebro adormecido, y no se puede opinar de otra forma si nuestro sistema educativo y cultural es deficiente. Además, tenemos aparentemente conciencias comprables con cualquier prebenda puesto que no hay otra opción para sobrevivir. A este paso, no sólo este país estará condenado a nunca surgir, sino a no conocer jamás nada mejor porque estaremos heredando este círculo vicioso de generación en generación.