La política del espectáculo
Por: Cristiana Guevara-Mena
«Panem
et circenses» (literalmente «Pan
y circo») es una locución latina peyorativa de uso siempre actual que describe la práctica de un gobierno que, para mantener calma a la población u
ocultar hechos censurables o controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad que promueven los bajos
instintos y con criterios de caridad. En su origen, describía la costumbre de los emperadores romanos de
regalar trigo y entradas para los juegos de circo (carreras de carros, enfrentamientos de gladiadores o muerte de cristianos
desgarrados por las fieras y otros juegos) como forma de mantener al pueblo
distraído de la política. Julio Cesar mandaba a distribuir el
trigo gratuitamente, o venderlo muy barato, a los más pobres entre unos 200.000
individuos de la plebe.
En Nicaragua, desde que el gobierno actual continuó oficialmente en el
poder, hay cada vez más diversiones traídas del extranjero. Evidentemente
dirigido a la clase trabajadora con
capacidad para pagar el valor del ticket para el espectáculo. No se trata de
maldecir dichos entretenimientos, sino de detenerse a pensar de la casualidad
políticamente conveniente que le interesa al gobierno de turno para que haya
más diversiones y conciertos que nunca. Sí conocemos nuestro contexto histórico
y político en que vivimos, sabremos muy bien que nada de lo que sucede es mera
casualidad.
Asimismo, en una escala menor, hemos visto a lo largo de estos seis
años, la cantidad de parques de diversión y fiestas de piñatas para los niños,
buses dirigidos hacia la plaza llenos de personas para escuchar discursos en
días como el 19 de julio y cualquier otro día considerado para “festejar” a
cambio de comida y licor. De ese mismo modo, para hacerle honor al concepto del
pan y circo de la época romana, no podemos dejar de mencionar los estadios
virtuales de fútbol donde se presentan en una gran pantalla los juegos de la
última moda de la liga española cómo último grito del entretenimiento.
Recordemos también a los “rezadores” de las rotondas con grandes altoparlantes
a todo volumen llenos de personas que trabajan a cambio de un salario para el
partido y de forzados estudiantes de los colegios públicos. Estos mismos
estudiantes igualmente son utilizados para proselitismo político en época
electoral de cualquier tipo. Esto nos demuestra que el objetivo de gobierno no
es educar a los jóvenes, sino condicionarlos y entretenerlos a la máxima
expresión a fin de presentar una popularidad en la realidad inexistente, y de
hacer su voluntad de dominación detrás de los fuegos artificiales de los
actores mercenarios en escena.
La iglesia católica también se ha pronunciado sobre el mismo tema. Según
el Obispo Auxiliar Silvio Báez, la manipulación religiosa de parte del gobierno
es constante. El uso de los símbolos, las fiestas religiosas, las palabras y el
tipo de discurso religioso de parte de los poderes políticos son intromisiones
abusivas. Es observable la manera en que utilizan y se valen de la fe católica
y sus tradiciones para presentar un ridículo espectáculo (circo) y regalar
canasta básica (pan) a los más necesitados, puesto que saben muy bien que los
que los reciben no saben que es el mismo gobierno el que ha subido los precios
a un nivel casi inalcanzable para luego “compadecerse” públicamente del más
necesitado.
Sin el pensamiento objetivo y la
falta de la visión clara de las cosas, estamos destinados a la lenta e
inevitable destrucción del país. Permitimos el secuestro de la razón por interés
o temor la verdadera libertad de expresión y pensamiento. Caemos en una
servidumbre voluntaria y de necesidad donde el espectáculo, y la publicidad
comercial y política nos bombardea constantemente y falsifica nuestra triste
realidad. Cuando los ciudadanos nos dejamos atropellar nuestra inteligencia y participamos del vulgar espectáculo de unos medios mentirosos que
manipulan según sus intereses, estamos aceptando ser tratados como estúpidos
cuando en realidad no lo somos. Los que nos dejamos llevar por pequeños
intereses y abandonamos la ética y el espíritu crítico, perdemos todos dignidad
humana, formando parte de la descomposición moral de nuestro país.
Debemos tener claro que tristemente el
ejercicio actual de la política es groseramente teatral, con el fin de
movilizar a las masas y convencerlas con un mensaje embrutecedor, utilizando
consignas aparentemente “bonitas” para engañar como otras veces al pueblo, para
que confíen en el grupo sediento de poder y dinero junto a un líder que una vez
más nos está llevando al precipicio.
PAN Y CIRCO, es interesante tu análisis sobre la realidad del espectáculo en que se ha convertido la política en nuestro país, el problema es que después de tanto pan y circo es imposible saber que es la realidad. ahora bien en la actualidad se estan instaurando en el mundo mas que dictaduras militares dictaduras mediaticas
ResponderEliminarSaludos. Gracias por el espacio y que poco a poco te consolides como una una habitual comentarista politica. No pretendo y mi intencion no es ser un Salomom, pero sugiero debes reenforzar un poco mas la traduccion al idioma Ingles, nclaro que no esta masl, no me refiero a eso, pero en varias partes se nota la estructura gramatical del idioma Español. Sin pretender incomodarte pero deseandote muchos exitos. Un gusto...
ResponderEliminarMuchas gracias. Lo tomaré en cuenta. Saludos.
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