El niño que gritó lobo
Por: Cristiana
Guevara-Mena
Había una vez un
pastorcito que cuidaba ovejas en el campo. Era muy chistoso y le gustaba
alarmar a la gente del pueblo porque estaba aburrido, así que varias veces fue
corriendo al pueblo gritando que un lobo estaba atacando a sus ovejas. Cada vez
que el niño gritaba, los habitantes del pueblo salían corriendo con palas y
hachas hacia el lugar donde pastaban las ovejitas para defenderlas del lobo. El
pastorcito mentiroso se reía a carcajadas de ellos porque se la creían cada
vez. Hasta que un día, apareció verdaderamente el lobo y el pastorcito corrió
al pueblo a pedir ayuda. Gritaba y gritaba - ¡Viene un lobo! ¡Me mata las
ovejas! – Pero nadie creyó. Entonces el lobo le destruyó todo el rebaño. Ese
cuento se lo dicen a los niños para enseñarles que en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.
Cuando nuestro
presidente habla sobre sus supuestos grandes proyectos para la nación que hasta
la fecha no los vemos por ningún lado, difícilmente la población con sentido
común le cree. Sus promesas de mejoría en la educación, sistema de salud,
empleos, entre otras cosas, no son más que engaños, como los del niño del
cuento. Desde que tomó posesión en el 2007 hasta la fecha, no hemos visto en
acción ninguno de esos proyectos, y el país está peor que como lo recibió.
Naturalmente, debemos entender que nada de esto está en sus planes de gobierno,
puesto que lo que le interesa mantener al pueblo engañado con sus “gritos de
lobo” para su propio entretenimiento y lograr su propósito: alcanzar el poder
absoluto.
Como podemos notar,
nuestro presidente padece de mentira compulsiva. Sus gritos de lobo no son más que falsas
promesas para engañar al pueblo. Ya se ha mencionado sobre el puerto de aguas
profundas más grande de Centroamérica, hasta la fecha no hemos visto ningún
puerto por ningún lado. Vino también el presidente recientemente fallecido de
Venezuela a prometer una supuesta refinería de petróleo, hoy día no hay más que
un terreno baldío con la única piedra que pusieron en la inauguración. Se ha
oído hablar también de un ferrocarril que recorrería el país, hasta ahora no
hemos visto ni rieles. Nos viene a la memoria también un satélite que se iba
comprar, y nunca supimos qué pasó con eso. Estos son uno de los tantos gritos
de lobo de nuestro presidente al pueblo, para su propio lamento ya nadie le
cree.
El más reciente grito de lobo es el del Canal
más grande del mundo que unirá el Atlántico con el Pacífico y que nos sacará a
todos de la pobreza. Esto es un proyecto histórico
que ha existido desde la colonización hasta la fecha, y que hoy representa para
los nicaragüenses el curalotodo de nuestros males económicos y sociales. Actualmente, lo
retoma el presidente de turno y dice que esta vez sí se hará. Esto no es
posible por las siguientes razones: En primer lugar, este gobierno nunca ha
tenido plan de nación, solamente le ha interesado su propio enriquecimiento. Nunca
ha hecho un gran proyecto en los diecisiete años que lleva en el poder contando
los años ochenta, y es ingenuo creer que ahora milagrosamente han cambiado su
forma de pensar. En segundo lugar, nadie con sentido común le presta grandes
cantidades de dinero a alguien insolvente y endeudado. Cualquier persona entendida
de negocios sabe que dicho préstamo no es rentable para nadie, especialmente
cuando el deudor tiene mala fama de todo tipo.
Es necesario que los nicaragüenses no nos
dejemos engañar. Tenemos que aprender a ver a través de las palabras que nos
dicen y ver las verdaderas intenciones que tienen con nosotros. Identificar a
los mentirosos nos ayuda a no caer en trampas. Hagamos como el pueblo del
cuento que ya no le creyó más al niño mentiroso y aburrido, hay que dejar que
al niño y a su rebaño de borregos se lo coman los lobos. Es preciso que al niño
le demos una lección para que aprenda que no cuenta con el apoyo del pueblo
para que lo llegue a sacar de apuros cuando realmente lo necesite, porque nos
ha querido ver a todos la cara de tontos. El pueblo nicaragüense no es nada
tonto, y a la hora de la verdad, el niño y su rebaño de borregos verá que
tendrán que ingeniárselas solos. Lo más probable es que se lo coman los lobos.
que divertido para niños infantiles como de 5años
ResponderEliminar